El Cinismo en el Helenismo.

El cinismo, aunque sin constituir una escuela potente, se perpetúa durante la época helenística hasta el siglo 1 de la Era cristiana, unas veces en armonía y otras en pugna con las otras escuelas, especialmente con la estoica. Conservando su carácter general antiguo, a la manera de Diógenes, el cinismo se transforma en su aspecto exterior. Los cínicos adoptan una forma literaria popular, agradable, animada, y al alcance de todos, prodigando las citas de poetas, las anécdotas y las frases ingeniosas y picantes. Mantienen su ideal de virtud y de liberación, aliando en mezcla un poco extraña la austeridad con el hedonismo. Aspiran a una vida sencilla y natural, emancipada de las trabas sociales, pero en forma más humana que los cínicos antiguos. Acentúan todavía más el cosmopolitismo y la igualdad entre todos los hombres, sin distinción de clases ni de naciones. En el aspecto especulativo su fondo continúa siendo esencialmente negativo y con tendencia al escepticismo y al agnosticismo.